Iberico al 100%!
El tiempo es un aliado únicamente si se sabe esperar: dos años de vida en libertad, en la dehesa, con dos montaneras para garantizar el doble aporte de bellota y sus saludables propiedades nutritivas; y, después, un mínimo de 52 meses de curación en Guijuelo, en secaderos naturales, al viento frío y seco de las sierras de Béjar y Gredos.
Cada día es diferente, un auténtico reto, y sólo el conocimiento profundo de más de cien años de experiencia que atesora una familia que ama su trabajo puede garantizar que el jamón de bellota 100% ibérico que llega a su mesa es único entre los ibéricos: la esencia de un sabor puro, equilibrado y completo. Inolvidable.